Una coseja
boba al fin y al cabo:
intentábamos
tenerlo siempre encerrado en casa para que
los vecinos no lo
viesen.
Era difícil, a
veces los dos teníamos que
salir a la vez y
cuando volvíamos
habia excrementos y
orin por todas
partes.
No iba a aprender a
ir al baño
pero tenia los ojos
mas azules que habías
visto nunca
y se comía todo lo
que le hacíamos
y a menudo veíamos
la tele juntos.
Na tarde volvimos a
casa y había
desaparecido.
Había sangre en el
suelo,
había un reguero de
sangre.
Lo seguí hasta el
jardín afuera
y allí estaba en
la maleza,
mutilado.
Tenía un cartel
colgado en el cuello
cortado:
'no queremos cosas
así en nuestro
vecindario'.
Fui al garaje a
coger la pala.
Le dije a mi mujer
'no salgas aquí fuera'.
Luego volví con la
pala y
empecé a cavar.
Sentía
las caras
observándome detrás de
las cortinas
corridas.
Ya habían
recuperado su vecindario,
un agradable y
tranquilo vecindario con su verde
césped, palmeras,
rotondas, niños,
iglesias, un
supermercado,etc.
Seguí cavando la
tierra.
(Fotografía - Rainer Torrado en su tumblr http://adulthoodnow.tumblr.com/)

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