el viaje en autobús se está convirtiendo en un infierno por el calor. el sol atraviesa las ventanas sin piedad inundando el coche de calor y olores no demasiado agradables al sentido.
demasiada gente aquí dentro para ser el de las 12.30. hoy todos se han puesto deacuerdo en coger el mismo.
intento leer pero es dificil teniendo que hacer posturas de acróbata estando de pie: dejar que mi cuerpo se mueva al ritmo de las curvas aceleradas, clavar los pies en el suelo agarrándome a los barrotes para no caerme al frenar.
miro a mi izquierda y veo una pareja de turistas desconocidos. un hombre y una mujer de mediana edad con las pieles quemadas por culpa del sol.
la mujer acaricia la pierna del hombre empezando por la rodilla i deslizando poco a poco los dedos hacia arriba y suavemente le levanta la pernera del pantalón. esos pantalones rodilleros ridículos que llevan la etiqueta ‘turista al Mediterraneo’ escrita a fuego.
me ha recordado a cuando te podía tocar.
dibujo: conversación de whatsapp hablando de mi soledad y de lo mucho que le ech(o)aba de menos
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