martes, 24 de febrero de 2015

17 de febrero 2015

17.02.15
Nunca me ha gustado madrugar
pero siempre lo he tenido que hacer.
El colegio, instituto, universidad.
Mi hora son las seis de la mañana,
pero nunca he madrugado por nadie.
Hoy el despertador ha sonado
a las ocho menos diez de la mañana.
Tenía un dolor de espalda
bastante horroroso.
Me he levantado,
vestido y bebido
un café.
He salido de la casa del Conde Duque
para dirigirme a la del Marqués,
donde tenía la esperanza
de estar un rato más en la cama
y acompañada.
Pero un perro ha tenido que interrumpir
con sus deshechos
y el acompañante se marchó a la ducha.
Y aquí estoy yo,
necesitada de otro abrazo,
como ayer
en tu cama
y esperando.
 Adivina que.
Casi hace una hora que estoy aquí
y todavía no tengo un abrazo,
ni beso,
ni nada.
Si digo que me siento vacía
estaría diciendo muy poco.
El cansancio de esta noche
no es nada con el cansancio emocional.
Bueno, son las 9.49am.

Ya veremos como transcurre el día.  

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